Política
COMENTARIO
Vivimos en México bajo un sistema capitalista, dependiente, agregan algunos analistas y pareciera que no hay escapatoria frente a los daños que son inherentes a dicho sistema: daños en lo social, en lo económico, en los cultural y en lo político.
Si bien podemos decir que hoy se está recuperando el espacio democrático desde abajo, desde los estratos más golpeados de la población, ello no es suficiente para lograr un estado de bienestar generalizado.
El cooperativismo en México tiene una Historia añeja desde su emergencia en ambientes anarquistas europeos y en nuestro país ha tenido, se ha ganado, un lugar como modo económico alterno. Su esencia es la de una colectividad que trabaja para beneficiarse económicamente en téminos de igualdad en derechos y obligaciones, donde se ejerce la democracia y la autogestión grupal en la toma de decisiones.
Las cooperativas las hay de consumo, de producción y de ahorro y préstamo, con algunas combinaciones pero con el mismo fin: reunir a las personas que tengan como norma de conducta la Solidaridad.
El actual régimen, próximo a transformarse, ha visto con no muy buenos ojos al cooperativismo y ha establecido una reglamentación y una legalidad que no ayuda a su consolidación y mayor cobertura, pero aún con los obstáculos el cooperativismo es una opción liberadora para la clase trabajadora.
Solidaridad y Autogestión son las premisas


Sin mayores pretensiones, y como mero ejercicio intelectual, tomaremos los análisis del Colectivo Hijar relacionados con coyunturas regionales o locales que nos permitan ir de lo particular a lo general y de lo general a lo particular, poniendo el énfasis en la dominancia del capitalismo como sistema económico-social fuente de muchos males para la Humanidad del Siglo XXI.
Dicho ejercicio intelectual, una vez superada la etapa de la queja, la etapa de los gritos y sombrerazos, la etapa visceral, empieza con una pregunta suspicaz cualquiera relacionada con la problemática política y social.
Decía Einstein que el verdadero científico es el que formula preguntas, no tanto el que da respuestas. Eso vamos a hacer: sospechar de algo y formular preguntas que nos permitan dar una explicación, preguntas que nos permitan darnos cuenta de la realidad de los fenómenos.
Adelante, pues.